Más de 1.000 menores participan en el Programa Verano Saludable en Mairena y Palomares
La iniciativa, desarrollada en escuelas de verano públicas y privadas, promueve hábitos de vida saludables y conocimientos básicos en primeros auxilios desde edades tempranas

Más de 1.000 niños y niñas de Mairena del Aljarafe y Palomares del Río han participado este verano en el Programa Verano Saludable, una iniciativa de alfabetización en salud diseñada para fomentar hábitos de vida saludables y habilidades básicas en primeros auxilios. El programa se ha desarrollado en las escuelas de verano municipales y privadas de ambos municipios, con un enfoque lúdico, participativo y adaptado por edades.
Enfermería comunitaria como eje del proyecto
El programa ha sido impulsado por enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria, junto con la participación activa de una enfermera residente de la misma especialidad. Esta colaboración ha permitido integrar un enfoque técnico y profesional en un entorno educativo no formal, facilitando la conexión entre el sistema sanitario y la comunidad local.
Contenidos adaptados a cada grupo de edad
Las actividades se organizaron según franjas de edad, desde los 3 hasta los 14 años, y se estructuraron en dos bloques temáticos:
1. Hábitos de vida saludables: incluye conocimientos sobre alimentación equilibrada, lectura de etiquetas, clasificación de alimentos, pirámide nutricional y actitudes positivas hacia la salud.
2. Primeros auxilios y prevención: aborda temas como la prevención de la fiebre del virus del Nilo Occidental, la importancia del lavado de manos, el valor de las vacunas, el número de emergencias, maniobras de desobstrucción de la vía aérea y reanimación cardiopulmonar.
Aprender jugando: una metodología eficaz
La metodología aplicada ha sido completamente participativa, con materiales adaptados y dinámicas divertidas. Entre ellas:
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Para los más pequeños: pirámide alimentaria interactiva, carreras de clasificación de alimentos, coreografía del lavado de manos, canción del número de emergencia y vendajes con peluches.
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Para los mayores: pasapalabra saludable, lectura de etiquetas con alimentos reales y competiciones por equipos. En el bloque de primeros auxilios, los menores practicaron maniobras de RCP en maniquíes y simulaciones de rescate acuático con activación del sistema de emergencia.
Evaluación positiva y alto impacto
El programa, que concluirá al finalizar las escuelas de verano, ha sido valorado muy positivamente por directores, monitores, familias y los propios participantes. La iniciativa demuestra la eficacia del entorno educativo no formal para introducir conocimientos sanitarios esenciales mediante el juego, la experimentación y la participación activa.
Esta experiencia, además de fomentar la adquisición de hábitos saludables desde la infancia, refuerza el papel de las enfermeras comunitarias como agentes clave en la promoción de la salud en el ámbito local.